lunes, 26 de octubre de 2009

Más voces críticas




El último experto que ha dado la razón al Papa y ha sido silenciado por la mayor parte de medios españoles es René Ecochard, profesor de medicina, epidemiólogo y jefe del servicio de bioestadística del Centro Hospitalario Universitario de Lyon :"Las palabras de Benedicto XVI sobre el preservativo son simplemente realistas", ha declarado.

sinsida.com

Todos contra el Papa

Ecochard denuncia que esta cuestión "es prisionera de la ideología". Y añade: "Todos los epidemiólogos coinciden hoy en afirmar que las campañas de difusión de preservativos no funcionan en los países donde la proporción de personas afectadas es muy elevada".


Según el experto, "más del 60% de los científicos están a favor de las campañas ABC" (promover la abstinencia, la fidelidad y el preservativo, por este orden). Y el único país africano que ha logrado frenar el contagio de la enfermedad es Uganda, que ha realizado una amplia campaña de este tipo.

El máximo experto el sida de Harvard, Edward Green, también dio la razón al Papa en marzo: "Hay una relación entre una mayor disponibilidad de preservativos y una mayor tasa de contagios de sida".

Como se recordará, el Papa viajó a África en marzo, y ante la pregunta de un periodista en el avión dijo: "No se puede solucionar el flagelo del sida sólo distribuyendo profilácticos; al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema". Y añadió: "La solución puede encontrarse sólo en un doble empeño: el primero, una humanización de la sexualidad, es decir, una renovación espiritual y humana que traiga consigo una nueva forma de comportarse uno con el otro; y segundo, una verdadera amistad también y sobre todo hacia las personas que sufren, la disponibilidad incluso con sacrificios, con renuncias personales, a estar con los que sufren".

Inmediatamente, se desató un enorme revuelo mediático, que eclipsó todo el viaje papal y el mensaje de esperanza que Benedicto XVI llevó al continente africano. Incluso en el terreno político internacional se desencadenó una surrealista campaña –Bélgica, Parlamento Europeo, España– para "reprobar" al Papa en el Parlamento.

lunes, 19 de octubre de 2009

“Nadie ha sobrevivido a este cáncer. Esta enfermedad se la llevará”


Gracias a este milagro, el Apóstol de los Leprosos será canonizado este domingo.
Hawaiana curada de un cáncer por intercesión del padre Damián de Molokai
“Nadie ha sobrevivido a este cáncer. Esta enfermedad se la llevará”. Estas fueron las palabras del doctor Walter Chang a Audrey Toguchi en 1997. Científicamente no había nada qué hacer por ella.
HONOLULU, lunes 5 de octubre de 2009 (ZENIT.org)


Le dieron tres meses de vida

Su curación fue el milagro decisivo para la canonización de padre Damian de Veuster, que tendrá lugar el próximo 11 de octubre, en una ceremonia presidida por el Papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

El padre Damian, miembro de la congregación de los Sagrados Corazones, conocido también como el Apóstol de los leprosos, nació en Bélgica en el año de 1840. A los 33 años se trasladó a la isla de Molokai (Hawaii), donde vivían los leprosos de manera aislada.

Privándose de todo, el sacerdote permaneció allí sirviendo, catequizando y administrando sacramentos a quienes habían contraído esta enfermedad. Fue contagiado de lepra y murió en 1899. El Papa Juan Pablo II lo beatificó en 1995.

Cáncer terminal

En 1996 Audrey, original de la Isla Oahu en el archipiélago de Hawaii, tenía 69 años. “No tenía ni idea que tenía cancer.”, testimonia en diálogo con ZENIT.

”Mi esposo me notó un bulto después de una caída –había resbalado días atrás, mientras limpiaba el piso de su casa–. El doctor de la familia dijo que se trataba de un hematoma”.

Al año siguiente, el hematoma no había desaparecido. Al contrario, había crecido. Se sometió a nuevos exámenes y le descubrieron un liposarcoma en el muslo izquierdo. Se trataba de un cáncer maligno.

Se sometió un año después a una cirugía pero el cáncer ya se había esparcido. “Fue el cirujano quien descubrió, al extirparlo, que resultaba ser un cáncer terminal muy raro y agresivo”, comenta esta mujer.

“Otros oncólogos que estudiaron el caso dijeron que no había en el mundo ningún registro médico sobre una persona que hubiera sobrevivido a este tipo de enfermedad”, asegura.

Durante otro control, realizado en septiembre de 1998, las radiografías revelaron que el cáncer había hecho metástasis en los pulmones. Los médicos le diagnosticaron tres meses de vida.

Se sentía débil. No quiso quimioterapias ni más intervenciones médicas. Acudió así a una devoción que tiene desde niña, como buena hawaiana: “Siempre he querido al Padre Damian”, dice.

Devoción al Padre Damián y curación

“Le he rezado toda mi vida. Por eso visité Kalawao (donde se encuentra su tumba), Molokai y nuestras iglesias durante muchos años”.

En noviembre de 1998, Adruey comenzó a sentir una gran mejoría. Los exámenes médicos demostraron que el cáncer estaba disminuyendo. Seis meses más tarde, según una exploración con rayos X, había una completa regresión de la metástasis sin haber usado ninguna terapia. El cáncer desapareció en un cien por ciento.

Mientras que para los médicos no hay explicación –lo dice su mismo doctor, que no es católico– para Audrey no hay duda que fue la mano de Damian desde el cielo, intercediendo ante Dios. Fueron muchas las plegarias que durante, años tanto ella como sus familiares hicieron al beato apóstol.

“Cuando quedé completamente curada por el amor del Señor y la intercesión del padre Damian, me sentí muy honrada y agradecida”, dice esta mujer.

El 18 de octubre 2007, los Peritos Médicos de la Congregación para la Causa de los Santos examinaron los documentos clínicos. Como se procede siempre cuando se busca una canonización, creyentes y no creyentes concluyeron con certeza moral que la curación no es solo excepcional sino “extranatural”.

Hoy tiene 82 años Después, la Comisión de Teólogos determinó que se trataba de un milagro, alcanzado por la intercesión de Damián, requisito indispensable para que reciba el título de santo.

Toguchi habla de cómo el testimonio del padre Damian todavía hace mella en su pueblo: “Abandonó Bélgica cuando era muy joven. Era el pastor de los hawaiianos de todas las religiones, porque todos somos hijos de Dios. Aprendió y respetó la cultura hawaiana. Su figura es muy venerada entre nosotros. Ahora, después de 120 años, aún es muy querido aquí”.

Audrey Toguchi tiene hoy 82 años. De cabello blanco y lentes, muestra un rostro y una voz serenas, está llena de vitalidad. Asegura que, obviamente, viajará en Roma para la ceremonia de canonización.

Y concluyó su diálogo con ZENIT asegurando: “el presidente Abraham Lincoln, en 1860, dijo que Dios amaba a las personas corrientes porque se hizo una de ellas”.

“Yo soy una persona muy corriente. En su compasiva misericordia Dios me sanó y el padre Damian, que mostró un gran amor a los más rechazados de la humanidad, intercedió por mí”.

viernes, 16 de octubre de 2009

«Los nuevos hallazgos astrofísicos dejan poco sitio al ateísmo»






























El científico jesuita Robert J Spitzer asegura que son la «llave para probar la existencia de Dios»

Las últimas teorías reconocen la existencia de «singularidades» que exigen un elemento ajeno al Universo.

La Razón, 7 Octubre 09 - Mar Velasco



La astrofísica contemporánea es «la llave científica para probar la existencia de Dios, pero desafortunadamente muy pocos conocen estos hechos científicos», afirmó el físico jesuita Robert J. Spitzer durante una conferencia impartida recientemente en Denver (EE UU). El jesuita, filósofo y físico Spitzer, ex rector de la Universidad Gonzaga, se dedica actualmente a explicar las consecuencias metafísicas de los últimos descubrimientos astrofísicos: «La existencia de un Creador se puede explicar a través de la ciencia contemporánea y la filosofía moderna hoy mejor que nunca, pero es particularmente interesante lo que está sucediendo en el campo de la astrofísica, hasta el punto de que no puedo comprender por qué el agnosticismo y el ateísmo siguen siendo todavía populares», reconoció el científico.
Spitzer explicó que lo que sabemos según las pruebas científicas más recientes es que «el Universo no es infinito, sino finito, comenzó en un cierto punto (estimado aproximadamente en trece mil millones de años),y está en constante expansión. «La complejidad del Universo se basa en un equilibrio increíblemente delicado de 17 constantes cosmológicas. Si cualquiera de ellas se modificara una décima a la tetragésima potencia, estaríamos muertos y el Universo no sería el que es», explicó.

Fuera del espacio y del tiempo
«Cada modelo del Big Bang muestra lo que los científicos llaman una singularidad, y la existencia de cada singularidad exige que exista un elemento externo al Universo», explicó Spitzer, que recordó que Roger Penrose, el famoso matemático y físico inglés, corrigió alguna de las teorías de su amigo y colega Stephen Hawking, concluyendo que todas las teorías del Big Bang, incluso la llamada «teoría cuántica», confirma la existencia de estas singularidades. Todas las explicaciones nos llevan «a una fuerza que es previa e independiente al Universo. Puede sonar a argumento teológico, pero realmente es una conclusión científica», aseguró.
«No se puede no aceptar la existencia de esta singularidad. Esta teoría es tan sólida que el 50 por ciento de los astrofísicos están “saliendo del armario” para aceptar una conclusión metafísica: la necesidad de un Creador, fuera del espacio y del tiempo», concluyó.