martes, 29 de septiembre de 2009

¿Cómo se ha de acrecar los hijos a Dios?



Rafael Sanz Carrera

















Una vez resuelto el problema de cuándo comenzar, y considerado brevemente el qué queremos trasmitir, ahora consideraremos el cómo: el mejor modo de encauzar la preocupación de los padres que quieren formar en la piedad a sus hijos, de forma que el aprendizaje consiga enraizarse hondamente en la inteligencia, en la voluntad, en la memoria del niño. Empecemos:

*
Paso a paso, paulatinamente, con alegría y serenidad

Lo primero que conviene es tener presente los tiempos normales de crecimiento intelectual y afectivo del niño. No sería ni lógico ni siquiera sensato, pretender que los niños vivan todas las prácticas de piedad, todas las formas de dirigirse a Dios, de oración, que resultan normales para sus padres.

Como preámbulo general vamos a recordar ahora a los padres una serie de maneras de actuar que vale la pena tener muy en cuenta en esta misión de transmitir la fe, de abrir la mente a la enseñanza religiosa, y muy especialmente, en la invitación a la oración. Lógicamente se aplicarán de manera distinta según las edades y las etapas de la vida. En la tarea de introducir a los hijos en la oración es muy oportuno actuar:

* Siempre, cuidando estas tres primeras, que podríamos llamar los tres SÍ.
o siempre en libertad;
o siempore con alegría;
o siempre cariñosamente: manifestando el rostro alegre de Dios.
* Y Nunca, lo que podríamos denominar los tres NOS:
o nunca imponiendo obligaciones;
o nunca con dureza;
o nunca subrayando la ofensa a Dios: el rostro severo de Dios.

No hay comentarios: