lunes, 26 de mayo de 2008

La verdadera sabiduría


-En el mundo académico se invoca a María como sede de la sabiduría.

- Jutta Burggraf (teóloga): Según la gran Tradición de la Iglesia, la redención comienza en la cabeza. Empieza conociendo la verdad, que nunca es sólo teoría. San Agustín habla de una reciprocidad entre "ciencia" y "tristeza": el simple saber -dice- produce tristeza. Y, en efecto -sigue diciendo el Papa Benedicto XVI-, "quien sólo ve y percibe todo lo que sucede en el mundo, acaba por entristecerse. Pero la verdad significa algo más que el saber: el conocimiento de la verdad tiene como finalidad el conocimiento del bien... La verdad nos hace buenos, y la bondad es verdadera".
La sabiduría expresa una visión integral del hombre y del mundo. Hace referencia no sólo a la ciencia, sino también a madurez y belleza interiores. T. S. Eliot habla de "la sabiduría de la humildad". Todas estas dimensiones están realizadas con abundancia en María.
La belleza más profunda es, ciertamente, la belleza de la santidad. Una buena mujer que cuidaba a su madre día y noche en un hospital, dijo hace algún tiempo: "Cuando me encontré temprano por la mañana en la cafetería del hospital y miré a mi alrededor, vi a gente pálida, con ojeras que, evidentemente, habían estado pendientes de sus seres queridos durante la noche. Y pensé: ‘Esta es la verdadera belleza: la belleza de la entrega'".

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